Chilenos crean software que detecta plagios de textos desde internet.
Se llama Docode y descubre la copia incluso cuando se usan sinónimos.
por Axel Christiansen. latercera.com
Internet es un arma de doble filo. Ha puesto a nuestra disposición la mayor cantidad de información de la historia, lo que ha facilitado el trabajo investigativo y académico. Pero ese acceso ilimitado también se ha convertido en la excusa perfecta para quienes buscan terminar sus estudios por el camino corto.
Tan sólo usando la opción de copiar y pegar toda una generación de alumnos -escolares y universitarios- ha preferido hacerse del trabajo ajeno antes de investigar por su cuenta. En Chile, el 55% de los estudiantes de enseñanza media dice haber copiado y pegado un texto sin citar, cifra que en la universidad alcanza el 42%, según un estudio realizado en 2010 por la U. de Chile.
Precisamente, para reducir estas altas cifras es que un equipo de ingenieros de esta casa de estudios -con apoyo del programa de financiamiento Fondef del Conicyt, desarrolló un sistema capaz de detectar las copias aun cuando están disfrazadas, una herramienta que no sólo ayudará a los profesores, sino también a los alumnos: la prueba Pisa del 2009 reveló que si bien los alumnos que copian tienen más velocidad para hallar datos, no saben interpretarlos.
Un soplón sofisticado
La herramienta se llama Docode -sigla en inglés para Document Copy Detector- y funcionará de manera on line como en software.
El equipo, liderado por Juan Velásquez, Sebastián Ríos y Gastón L'Huillier, decidió crear este sistema debido a la poca variedad de programas de ese tipo existentes para la lengua española.
Aunque el programa será lanzado para su venta, entre julio y agosto de este año, ya puede ser probado en su versión beta desde el sitio www.docode.cl. Allí promete entregar no sólo resultados de copias textuales, sino que también de aquellas cuando el estudiante altera parcialmente el texto plagiado, con la esperanza de no ser pillado por el profesor.
Sebastián Ríos, ingeniero civil industrial de la U. de Chile y director alterno del proyecto, señaló a La Tercera que éste se creó para poder ver las redes que se arman dentro de un aula al momento de copiar un trabajo. "El software no sólo compara con la web, sino que también con todos los trabajos entregados, permitiendo crear la red social de la copia dentro de un curso", explica.
Para ello, el sistema incorporará una serie de códigos que permitirán el análisis semántico de los textos, esto es, que la comparación no se haga sólo palabra a palabra, como puede ocurrir con una búsqueda de un párrafo en Google, sino que también compara el sentido de las frases y los párrafos del texto en cuestión.
El sistema ya está siendo probado de manera experimental en colegios y en los cursos de sus creadores. Ríos cuenta que, incluso, en un magíster, usando esta herramienta, se pudo encontrar una pareja que tenía trabajos "mortalmente parecidos". Finalmente, uno de los acusados confesó haberle enviado su trabajo al otro para que lo copiara.
"Lo importante es que no queremos que esto se convierta en una herramienta punitiva para los alumnos, sino que sirva para que los profesores conozcan cómo se reparte la información en su curso, implementar medidas y ver si esas medidas finalmente resultan", dice.
Y aunque el sistema ha demostrado un alto grado de efectividad, la verdad es que a veces ni siquiera hace falta aplicarlo para tener resultados: durante un trabajo realizado el año pasado, los alumnos que sabían que el profesor estaba usando Docode redujeron sus copy-paste de un 50% a sólo un 2%.
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