Ingerir alimentos en abundancia
por las noches, además de que propicia sobrepeso y obesidad, interfiere con una
buena calidad de sueño, señalaron académicos de los Departamentos de Salud y
Psicología de la Universidad Iberoamericana
De acuerdo con investigaciones de la Clínica del Sueño del Instituto
Nacional de Psiquiatría "Ramón de la Fuente", 30 por ciento de los
mexicanos padece insomnio. Una de las principales causas de éste es el ritmo
acelerado de la vida que tiene la sociedad actual y los malos hábitos
alimenticios.
El insomnio tiene múltiples causas, en algunos pacientes se relaciona
por comer demasiado, acción que interfiere con una buena calidad de sueño
porque se dificulta la digestión debido a la enorme carga de alimentos que debe
procesar el organismo en una etapa del día que es para el reposo, precisó
Alicia Parra Carriedo, coordinadora de la Clínica de Nutrición de esta casa de
estudios.
A las personas que tienen insomnio les da mucho apetito y esto se
relaciona con la ghrelina, una hormona que se secreta en el estómago que
favorece la regulación del metabolismo energético. “Cuando las personas están despiertas, la ghrelina se secreta en
mayores cantidades, es una hormona que produce apetito. Cuando las personas
sufren de insomnio, la ghrelina se secreta y despierta el apetito por las
noches”, subrayó.
Para no tener el proceso digestivo activo en el momento en que las
personas van a dormir, recomendó tomar la cena “lo más temprano posible” para
que puedan tener tiempo de realizar alguna actividad física como caminar antes
de dormir, expresó.
Pacientes con sobrepeso y obesidad tienen el hábito de comer
cuantiosamente en la noche, muchos de ellos sufren insomnio, “una de las
recomendaciones cuando los pacientes sufren dispepsia o dificultades con la
digestión es comer y salir a caminar”, apuntó.
El insomnio por estar emparentado con el estrés y el trastorno de ansiedad,
provoca que las personas no ingieran alimentos en todo el día y al llegar en la
noche a sus casas toman una cena cuantiosa, se recompensan comiendo grandes cantidades
de alimentos o comen compulsivamente por el estrés acumulado del día y fomentan
el insomnio.
Acotó que las nutriólogas de la Ibero como parte de sus actividades
educativas y de atención a pacientes recomiendan que la cena sea el alimento
más ligero del día: una ensalada, un cereal con leche ligera o descremada.
"Buscamos que las personas no omitan el desayuno, que lo hagan
tomando en cuenta las verduras y frutas combinadas con cereales, leguminosas y
alimentos de origen animal porque el desayuno aporta energía al organismo para
que responda a todas las actividades del día", reiteró.
Por otro lado, el investigador del Departamento de Psicología, Óscar
Galicia, afirmó que el sueño es vital y que el insomnio es un síntoma de otros
trastornos como los malos hábitos alimenticios, el estrés, la ansiedad y la
mala higiene de sueño.
Expuso que el insomnio no se define por el tiempo que las personas
duermen, sino por la satisfacción que deja el sueño. “Las personas por dormir
10 horas no significa que duerman bien, si amanecen perezosos o cansados,
significa que hay un problema”, dependiendo de la causa se corrige el sueño o
los patrones alterados de conducta, afirmó.
La mala higiene del sueño se refiere a que el sujeto hace cosas
incompatibles con el estado de sueño como hacer ejercicio pesado por las noches, realizar actividades emocionantes,
ingerir muchos alimentos, incluso tener sexo o ver la tele, estas acciones interrumpen
el ciclo o la vigilia, enunció.
“Si pensamos que vamos a vivir 60 años, 20 de esos años la pasaremos
dormidos y ocho de ellos soñando, desde la perspectiva de las neurociencias aún
no sabemos para qué sirve el sueño, aunque el psicoanálisis lo tenga resuelto,
lo único que sabemos es que si una persona no duerme, se muere”, explicó.
Fuente: Universidad Iberoamericana.
Universia México, Mayo 2012.
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